Dunas infinitas, costa salvaje y fauna única.
Namibia es un país de contrastes sobrecogedores, donde la inmensidad del desierto se fusiona con la vida salvaje y paisajes que te dejarán sin aliento. Es un destino para el aventurero, para el fotógrafo y para cualquiera que busque una conexión profunda con una naturaleza practicamente sin explorar, auténtica y espectacular. Sus horizontes infinitos, dunas colosales y cielos estrellados ofrecen una experiencia de viaje verdaderamente única e inolvidable.
En esta sección, encontrarás una guía completa sobre qué ver y qué hacer en Namibia, para que puedas planificar tu propia aventura inolvidable. Te desvelaremos los imprescindibles del país, basados en nuestra propia experiencia del viaje a Namibia por libre de 12 días: desde las icónicas Dunas de Sossusvlei y el desolado Dead Vlei, pasando por la abundante vida silvestre en uno de los parques nacionales más famosos de África, Etosha, hasta la salvaje Costa de los Esqueletos y la maravillosa gente que esconde este rincón del continente. Descubre los mejores lugares, actividades y consejos prácticos para aprovechar al máximo tu viaje por las vastas y espectaculares extensiones de Namibia. Prepárate para descubrir por qué este país, con su silencio, su belleza árida y su fauna adaptada, te cautivará por completo.
Aquí tienes un resumen de todo lo que encontrarás en esta sección. Cada recomendación se basa en mi experiencia personal, compartiendo lugares que visité y viví de primera mano durante la ruta del viaje a Namibia por libre de 12 días. También incluyo algunas sugerencias adicionales de sitios o actividades que consideré, pero que finalmente no pude realizar.
Clasificado según la zona, a continuación podrás encontrar el esquema y acceso rápido a cada una de las cosas más interesantes que pude ver en el viaje a Namibia por libre de 12 días:
• Introducción y aspectos genéricos
○ Introducción
○ Campamentos
○ Alojamientos
○ Moverse por el parque y tipos de vías
○ Lugares emblemáticos y planificación
• Kamanjab
○ Opuwo
○ Aldeas Himba
• Palmwag
○ Carretera C43
○ Palmwag
○ Colonias de leones marinos y otra fauna
○ Naufragios
○ El paisaje
○ Walvis Bay
○ Swakopmund
○ Duna 7
○ Otros
○ Trópico de Capricornio
○ Solitaire
○ Duna Big Daddy
○ Deadvlei
○ Duna Big Mamma
○ Sesriem
La forma en que elijas moverte por Namibia definirá completamente tu experiencia en este país de contrastes. Dadas sus vastas extensiones, su impresionante naturaleza y una infraestructura que, si bien está preparada, te invita a la exploración, la ruta en coche autónoma es, sin duda, la mejor opción para descubrirla a fondo.
Mientras que algunos viajeros optan por traslados directos a destinos específicos o tours organizados, limitando su visión a lo más turístico, la libertad de un viaje en 4x4 por carretera te permite sumergirte de lleno en el corazón de Namibia. Con tu propio vehículo, podrás desviarte por caminos de tierra que te revelarán paisajes ocultos, detenerte para fotografiar la majestuosidad del desierto cuando te apetezca, y ajustar tu itinerario sobre la marcha, sin las restricciones de los grupos. Esta flexibilidad no solo enriquece la experiencia, sino que también te ofrece una forma más económica y auténtica de conectar con el país.
Este tipo de viaje en Namibia no es solo para llegar de un punto A a un punto B; es parte de la aventura. Podrás experimentar la emoción de los "self-drives" en parques nacionales icónicos como Etosha, donde serás tú, al volante de tu 4x4, quien recorrerá los caminos en busca de fauna salvaje. No sólo es aplicable a los safaris, si no a cualquier trayecto para poder visitar pueblos recónditos, hacer paradas para explorar una colina o poder improvisar un merendero en casi cualquier sitio cuando llega la hora de comer. Esta autonomía se extiende hasta el final del día, ya que tendrás la posibilidad de elegir entre alojarte en hoteles confortables o vivir la experiencia de pernoctar en campings bajo el espectacular cielo estrellado namibio. Si buscas una conexión profunda con la naturaleza salvaje y la libertad de explorar a tu propio ritmo, recorrer Namibia en un vehículo 4x4 es la elección ideal.
Si hay una actividad que define la esencia aventurera de un viaje a Namibia, esa es sin duda el safari. A diferencia de otros destinos africanos, los safaris en Namibia ofrecen una perspectiva singular, donde la vida salvaje se adapta y prospera en ecosistemas áridos. Adicionalmente puedes encontrar fauna fuera de las reservas lo que hace que cada día puedas tener un safari improvisado en mitad de un desplazamiento.
En Namibia, la experiencia de safari se centra principalmente en la modalidad de "self-drive" o safari por cuenta propia, que es la más popular y recomendada para la mayoría de los viajeros. Esto significa que serás tú, al volante de tu propio vehículo (idealmente un 4x4, como mencionamos en la modalidad de viaje), quien recorrerá los caminos dentro de los parques y reservas, buscando la fauna salvaje a tu propio ritmo. Esta libertad te permite detenerte, observar y fotografiar cuanto desees, y disfrutar de la emoción de cada avistamiento como si fuera un descubrimiento personal.
No obstante, también existen opciones para aquellos que prefieren una experiencia guiada:
El rey indiscutible de los safaris en Namibia es:
Además de Etosha, hay otras áreas importantes para el avistamiento de fauna, aunque con características diferentes:
Namibia no es el hogar de los "Big Five" al estilo de Sudáfrica (donde ver los cinco grandes es más común en parques como Kruger), ya que el búfalo es muy escaso y el leopardo es muy elusivo. Sin embargo, ofrece una biodiversidad fascinante y la oportunidad de ver especies emblemáticas:
El Parque Nacional Etosha es, sin discusión, el corazón de la vida salvaje en Namibia y un destino imprescindible para cualquier amante de los safaris. Su nombre, que significa "Gran Lugar Blanco" en la lengua oshivambo, hace honor a la inmensa salina, el Etosha Pan, que domina su paisaje y lo convierte en un ecosistema único en África.
Etosha abarca una impresionante extensión de aproximadamente 22.270 kilómetros cuadrados (casi tan grande como la Comunidad Valenciana o la mitad de Suiza). Esta vasta superficie alberga una sorprendente diversidad de fauna, adaptada a sus condiciones semiáridas. Etosha es famoso por la gran concentración de animales que se congregan en sus pozos de agua repartidos por el parque y cerca de cada campamento (especialmente durante la estación seca) y por su elevada población de rinoceronte negro.
Podrás avistar una abundante población de elefantes, la subespecie de rinoceronte negro más numerosa de África, y una gran cantidad de leones, que a menudo se ven cazando cerca de los pozos. Otros animales comunes incluyen jirafas, cebras (tanto la de llanura como la endémica de Hartmann), órices (gemsboks), springboks, kudus, elands, hienas, y una rica variedad de aves, con más de 340 especies registradas. La interacción entre las especies en los pozos de agua es un espectáculo constante y fascinante.
Etosha cuenta con varios campamentos principales gestionados por Etosha National Park que ofrecen alojamiento, restaurantes, tiendas y gasolineras, facilitando la autonomía del viaje:
Una buena planificación previa es esencial debido al tamaño del parque y la demanda de alojamiento. Lo más eficiente es organizar tu recorrido entrando por una puerta y saliendo por otra, optimizando así tu ruta por Namibia. Esto determinará tu primer y último campamento.
Consejo clave: Dado el tamaño de Etosha, lo ideal es pasar varias noches dentro del parque. Cada campamento está estratégicamente ubicado para permitirte explorar a fondo las zonas circundantes mediante "self-drives" (safaris con tu propio coche) durante las horas de luz. Evita las grandes distancias entre campamentos en un solo día de safari para no perder tiempo valioso en desplazamientos y poder dedicarlo a la observación de fauna en cada área.
Alojarte dentro del Parque Nacional Etosha es una parte esencial de la experiencia de safari, ya que te permite maximizar tu tiempo de avistamiento de fauna desde el amanecer hasta el anochecer. Los campamentos dentro del parque son gestionados principalmente por Etosha National Park y ofrecen una variedad de opciones para diferentes presupuestos.
En los campamentos de Etosha, encontrarás principalmente dos tipos de alojamiento:
Todos los campamentos principales de NWR (Okaukuejo, Halali, Namutoni, Olifantsrus, Dolomite Camp y Onkoshi Camp) cuentan con restaurantes, tiendas pequeñas (para lo esencial), gasolineras y, lo más destacado, pozos de agua iluminados (excepto Olifantsrus, que tiene uno, pero sin iluminación nocturna, y Onkoshi, que tiene vistas al pan), que atraen a la fauna durante la noche, ofreciendo espectáculos inolvidables desde la comodidad del campamento.
La reserva de los alojamientos del parque nacional se gestiona a través de su página web, creando una cuenta previamente y seleccionando el campamento y luego el tipo de alojamiento que desees. La gestión es sencilla y no tiene pérdida y conviene hacerlo con bastante tiempo de antelación ya que suelen acabarse rápido.
Moverse por Etosha es relativamente sencillo, incluso para los viajeros autónomos:
Más allá de los pozos de agua de los campamentos, hay numerosos pozos de agua más pequeños y remotos distribuidos por todo el parque que son puntos excelentes para el avistamiento de fauna. Algunos de los más conocidos son:
Charitsaub, Nebrownii, Okondeka, Rietfontein, Klein Okevi, Goas, Kalkheuwel, entre muchos otros. Consulta un mapa detallado y las pizarras de avistamientos en los campamentos para saber dónde se han visto los animales recientemente.
El Etosha Pan en sí mismo es un espectáculo, especialmente al amanecer o al atardecer, cuando la luz transforma este vasto desierto salino.
Planificación por Entradas:
Dependiendo de los días que pases en Etosha, puedes planificar una ruta que te lleve de este a oeste (o viceversa), pernoctando en diferentes campamentos (por ejemplo, Okaukuejo -> Halali -> Namutoni) para cubrir distintas zonas del parque y disfrutar de la diversidad de pozos de agua.
Etosha ofrece una experiencia de safari incomparable, donde la vastedad del paisaje potencia la emoción de cada encuentro con la vida salvaje. Prepárate para una aventura inolvidable.
La pequeña localidad de Kamanjab, ubicada en la región de Kunene, al noroeste de Namibia, es mucho más que un simple punto de paso en tu ruta. Es una puerta de entrada a paisajes fascinantes y, lo que es más importante, un lugar donde podrás iniciar tu inmersión en la rica cultura de una de las tribus más icónicas de África: los Himba.
Hay varios puntos de interés para contemplar Arte Rupestre Prehistórico: Para los amantes de la historia y la arqueología, las cercanías de Kamanjab albergan sitios con antiguas pinturas y grabados rupestres, como los de Peet Alberts Koppie. Estas manifestaciones artísticas ofrecen una ventana al pasado de los primeros habitantes de la región.
Kamanjab es un punto de parada ideal para reabastecerte antes de adentrarte en el Kaokoveld o a otra localización al noroeste o para aquellos que viajan desde Etosha hacia el sur o hacia Damaraland. Su encanto reside en la oportunidad de conectar con la cultura local y la vida silvestre en un entorno más íntimo y desértico.
Opuwo, la capital de la región de Kunene, es una ciudad vibrante y un crisol de culturas en el remoto noroeste de Namibia. Su nombre, que significa "el fin" en la lengua herero, refleja su posición como el último gran asentamiento antes de adentrarse en las vastas y salvajes tierras del Kaokoveld, hogar de las comunidades Himba y Herero. Opuwo es un punto de encuentro fascinante, donde lo tradicional se mezcla con lo moderno de una manera única.
No es un destino de atracciones turísticas típicas, sino un lugar para la inmersión cultural y la observación de la vida cotidiana de sus gentes.
El Mercado Local y Calle Principal: El corazón de Opuwo late en su bullicioso mercado y a lo largo de su calle principal. Aquí serás testigo de la coexistencia de diversas etnias: mujeres Himba con su distintivo 'otjize' y elaborados peinados, mujeres Herero con sus coloridos vestidos victorianos y tocados en forma de cuerno, y personas de otras tribus como los Zemba. Es un lugar ideal para observar, fotografiar (siempre con respeto y pidiendo permiso) y, quizás, comprar artesanía local. La autenticidad y la diversidad cultural son sus mayores atractivos.
Si bien las visitas a aldeas Himba son más comunes desde Kamanjab, Opuwo también ofrece oportunidades para aprender sobre su cultura. Algunos guías locales ofrecen tours a aldeas cercanas, lo que permite una comprensión más profunda de sus tradiciones, aunque la experiencia puede sentirse a veces más comercializada que en otros puntos. Es fundamental buscar guías y tours que demuestren respeto por las comunidades y un enfoque ético del turismo ya que es bastante común encontrarte con experiencias que más bien son una patraña ya que lo que te venden como un poblado auténtico no es más que gente semi obligada a actuar para ganar unos cuantos dolares namibios.
En el caso de nuestro viaje realizamos una incursión de manera autónoma, ya que gracias a Colores de África conocíamos la ubicación de dos poblados Himba auténticos, sin rastro de agencias turísticas ni un toque comercializado. Estuvimos algo más de medio día, acampando en las inmediaciones de uno de los poblados para pasar la noche. La experiencia fue algo inolvidable ya que interactuamos con los miembros del poblado, vimos sus casas, su ganado y por la noche compartimos canciones y bailes típicos de nuestras respectivas tierras a la luz de la hoguera y bajo un techo infinito de estrellas.
La Carretera C43 en Namibia no es una vía cualquiera. Esta ruta de grava y tierra es un desafío para el conductor, pero una recompensa constante para el explorador, ofreciendo paisajes sobrecogedores y encuentros auténticos.
Tu viaje por la C43 es una aventura en sí misma, donde los atractivos no son solo destinos, sino las experiencias a lo largo del camino:
Palmwag, situada en el corazón de Damaraland y confluencia de varias pistas que se adentran en el desierto, es mucho más que un simple alojamiento; es una concesión privada de vida silvestre y un punto estratégico para experimentar la sorprendente adaptación de la fauna al árido entorno de Namibia. Conocida por sus paisajes escarpados, sus antiguos mopane y sus palmeras datileras (que dan nombre a la zona), Palmwag es un verdadero santuario para especies únicas.
Es ideal para aquellos viajeros que buscan una experiencia de safari más aventurera y enfocada en la conservación, lejos de las multitudes de parques más grandes. Es un lugar donde la resiliencia de la naturaleza y la fauna te dejarán verdaderamente asombrado.
La Skeleton Coast (Costa de los Esqueletos) de Namibia es uno de los lugares más inhóspitos, misteriosos y sobrecogedores del planeta. Este tramo de costa atlántica, que se extiende por unos 500 kilómetros desde la desembocadura del río Kunene en el norte hasta la desembocadura del Swakop en el sur, debe su macabro nombre a la densa niebla oceánica, las fuertes corrientes y la traicionera costa, que han provocado innumerables naufragios a lo largo de los siglos, dejando sus esqueletos de barcos varados sobre la arena.
Visitar la Skeleton Coast es una experiencia para el alma aventurera y requiere una planificación cuidadosa, ya que gran parte de ella es un parque nacional con acceso muy restringido. La mayoría de las visitas se concentran en las zonas más accesibles o a través de operadores turísticos especializados.
La Skeleton Coast es un testimonio de la fuerza de la naturaleza y un recordatorio de la fragilidad humana. Visitarla es adentrarse en un paisaje donde el tiempo parece detenerse y la historia se susurra con el viento y las olas.
En Cape Cross Seal Reserve, al sur del parque nacional, se encuentra una de las colonias de focas peleteras del Cabo más grandes del mundo. Miles y miles de focas se congregan aquí, ofreciendo un espectáculo ruidoso y olfativamente intenso, pero fascinante. Es una parada imprescindible para los amantes de la fauna.
A pesar de su apariencia desolada, la Skeleton Coast alberga una sorprendente variedad de vida adaptada. Podrás avistar chacales y hienas pardas (especialmente en la zona norte del parque), que se alimentan de restos de focas y peces. También hay órices y springboks que deambulan por las dunas, e incluso los elusivos leones del desierto en las zonas más remotas del norte (accesibles solo con expediciones muy especializadas).
Naufragios Emblemáticos: La atracción más icónica de la Costa de los Esqueletos son los restos de los barcos naufragados, esparcidos a lo largo de la costa. Algunos de los más conocidos y accesibles (en la parte sur, cerca de Henties Bay y Cape Cross) incluyen el Zeila (cerca de Henties Bay), el Eduard Bohlen (accesible solo con permisos y vehículos muy específicos, enterrado en las dunas al sur de Conception Bay) o el Otavi (cerca de Möwe Bay). Son espectáculos fantasmales, consumidos lentamente por el desierto y el océano, ofreciendo oportunidades fotográficas únicas y una sensación de la fuerza implacable de la naturaleza.
La belleza de la Skeleton Coast reside en su inmensidad y desolación. Aquí, el desierto de Namib se encuentra directamente con el Atlántico, creando dunas que se sumergen en el mar, cañones rocosos, lechos de ríos secos y la omnipresente niebla costera. Es un paraíso para la fotografía de paisajes, ofreciendo un escenario crudo y poderoso.
Walvis Bay, o Bahía de las Ballenas, es la principal ciudad portuaria de Namibia y un vibrante centro costero que contrasta fuertemente con los áridos paisajes desérticos del interior. Ubicada en una extensa laguna natural que es un paraíso para las aves y la vida marina, esta ciudad ofrece una mezcla única de actividades relacionadas con la vida salvaje, deportes acuáticos y un fascinante legado histórico y comercial.
También podrás visitar dentro de la ciudad la laguna de Walvis Bay, catalogada como humedal Ramsar de importancia internacional y que es el hogar de miles de aves. Es un espectáculo ver las enormes poblaciones de flamencos (tanto comunes como menores), pelícanos, cormoranes y una gran variedad de aves migratorias y residentes. La zona de la laguna, con sus bancos de arena, es perfecta para la observación de aves.
Swakopmund es un deleite para la vista con sus edificios históricos de estilo Art Nouveau y Wilhelminian, como el Woermannhaus con su Torre del Vigía, la antigua estación de tren (hoy un hotel), y el faro. Pasear por sus calles es como retroceder en el tiempo, con jardines bien cuidados y una atmósfera europea que contrasta fuertemente con el desierto circundante
Siendo un lugar curioso de visitar, no tiene mucho que ver por lo que es útil como visita rápida.
A pocos kilómetros al este de Walvis Bay se alza la imponente Duna 7, una de las dunas individuales más altas de Namibia y un popular punto de acceso para los visitantes. La Duna 7 es un lugar fantástico para experimentar la escala del desierto. Puedes escalarla (tras pagar una tasa) para disfrutar de vistas panorámicas de las dunas ondulantes y del océano a lo lejos.
Adicionalmente a los puntos comentados anteriormente, hay otros lugares y actividades dentro del área de Walvis Bay que puedes visitar y realizar. Aunque no tuve la fortuna de experimentarlos de primera mano si que valoramos hacerlos en algún momento pero finalmente no fue posible:
Un punto de interés muy popular en la C14 (o en algunas de sus intersecciones con la C19, dependiendo de la ruta exacta) es el letrero del Trópico de Capricornio. Este es uno de los cinco círculos principales de latitud que marcan los mapas de la Tierra y señala el punto más al sur donde el sol puede aparecer directamente sobre la cabeza (en el solsticio de verano del hemisferio sur, alrededor del 21 de diciembre).
Es un punto perfecto para hacer una parada estratégica, estirar las piernas y hacerse la foto de rigor correspondiente junto al cartel.
Ubicado estratégicamente en la Carretera C14, a medio camino entre Sossusvlei y Swakopmund/Windhoek, Solitaire es un pequeño asentamiento que ha ganado fama como un oasis indispensable en el desierto. Lo que comenzó como una granja remota se ha convertido en un punto de referencia para los viajeros.
El término Sossusvlei se refiere a la cuenca de arcilla final donde el río Tsauchab ocasionalmente llega después de las raras lluvias torrenciales. Es un vasto paisaje de dunas circundantes que se elevan cientos de metros.
La carretera asfaltada termina aquí, y para acceder a las últimas dunas y al icónico Deadvlei, necesitarás un vehículo 4x4 y algo habilidad para surcar el río de arena que separa ambos parkings o usar el servicio de transporte local. En nuestro caso fuimos en vehículo 4x4 y fue una experiencia súper divertida con un buen chute de adrenalina y obtuvimos una experiencia extra al quedarse atrapado uno de los coches en la arena y que tuvimos que sacarlo "a mano".
Sin lugar a dudas el es lugar más impresionante de toda esta zona de Namibia e imprescindible de visitar.
Con una altura aproximada de 325 metros desde su base, es a menudo citada como la duna más alta del área de Sossusvlei accesible para escalar.
Para poder conquistar su cima tienes dos opciones: caminar por las dunas que encontrarás al este o desde Deadvlei. Este acceso se realiza a pie tras llegar al aparcamiento 4x4 de Sossusvlei. En mi caso obtamos por la primera opción, caminar por la parte este ya que el ascenso es más progresivo por lo que se hace más llevadero y los senderos y vistas son increíbles. El ascenso hasta la cima puede llevar en torno a unas dos horas teneiendo en cuenta el calor, algo de dificultad en zonas más verticales y las paradas para realizar fotos.
La cumbre ofrece unas vistas espectaculares del Deadvlei y del mar de dunas circundantes. Una vez hayas disfrutado de las vistas puedes bajar literalmente corriendo hacia Deadvlei ya que debido a la cantidad de arena y la inclinación de esa parte de la duna Big Daddy es practicamente imposible caerse. Las risas están garantizadas (y las zapatillas con 1kg de arena también).
Adyacente a Sossusvlei, Deadvlei es quizás el punto más emblemático y surrealista de Namibia. Es una cuenca de arcilla blanca, árida y agrietada, salpicada por los esqueletos de árboles de acacia camelthorn, muertos hace unos 900 años debido a un cambio climático que alteró el curso del río. El contraste del blanco del suelo, el negro de los árboles y el intenso naranja de las dunas que lo rodean, bajo un cielo azul brillante, crea una escena casi de otro planeta y es un sueño para los fotógrafos.
Otra duna de gran tamaño y belleza en la misma zona y situada al norte, a menudo menos concurrida que Big Daddy pero igualmente impresionante. Aunque no tan frecuentemente escalada, sus laderas ofrecen también un reto gratificante y panorámicas excepcionales. La duna es impresionante, con una planta imponente ya desde lejos y sorprende que su color no es tan roijzo sino más bien naranja tirando a a amarillo.
Su acceso es similar al de Big Daddy, requiriendo llegar primero al área de Sossusvlei y conducir de nuevo por otro río de arena.
La entrada principal al área se encuentra en Sesriem. Aquí está el emplazamiento más importante que ofrece alojamientos de diferentes tipos: camping y bungalows. Alojarte dentro de este campamento es crucial, ya que te permite acceder a la carretera de Sossusvlei una hora antes que los visitantes externos, lo que es vital para ver el amanecer en las dunas sin las multitudes. Debido a que ya te alojas en este área, significa que estás dentro del parque por lo que solamente pagarás la tasa de entrada una vez.
En esta zona, también es donde se encuentra el Cañón de Sesriem, una estrecha y profunda garganta tallada por el río Tsauchab, accesible a pie y que merece un pequeño paseo para admirar sus paredes de rocas, las formaciones y partes del río que todavía pueden permanecer dentro del cañón si ha habido lluvias recientes.
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